jueves, 28 de junio de 2012

#Gracias Sara vs #Gracias Mariano

Ha sido llegar España a la final de la Eurocopa y dispararse la prima de riesgo. Parece casi sistemático. ¿Será casualidad?
Un amigo economista tiene dos teorías respecto a esto del fútbol y la economía. La primera es que desde que estamos ganando a los alemanes, hace cuatro años, nos miran mal, y nos va mal en la economía. La segunda es que si España o Italia ganan la Euro, el vencedor será el próximo país intervenido, y a no tardar mucho.
Naturalmente, él va con Alemania, y yo también. Claro, en primer lugar, porque si nos ganan en la final, me llevo una porra de más de setenta euros, pero también porque estoy muy cansado de patrioterismos baratos, de que nos engañen con el fútbol y que parezca que si te preocupas más por la economía que por el fútbol eres un bicho raro. Porque mientras los grandes titulares van al fútbol, parece que los españoles no queremos saber cómo va la economía. A ver qué pasa el lunes.
Es curioso cómo esto del fútbol desvía la atención mediática, y la no tan mediática. Si yo fuera el director de Telecinco, lo primero que hubiera hecho para subir la audiencia es fichar a Sara Carboneros. Y si fuera el presidente de España, lo primero sería convencer al director de Telecinco para que lo hiciera. La jugada es perfecta: por un lado, estamos todos pendientes de los héroes de piernas depiladas, y por otro, ya tenemos villano. La otrora heroína romántica se ha convertido en motivo de mofa, una antihéroe odiada, sobre todo por las mujeres, y defendida por los menos. Porque en el fútbol, como en la política, parece que en España nos movemos tanto o más por odios que por simpatías.
Demasiadas casualidades.
Gracias, Sara, dirá el Gobierno, porque durante estos días los españoles se enfadan con el #gracias sara, y no con el #gracias mariano.

martes, 26 de junio de 2012

Los Descendientes


En el fondo voy a tener que reconocer que la Academia de Cine Americano sabe lo que hace. Porque si el otro gran favorito para el Óscar de este año a la Mejor Interpretación Masculina era George Clooney, está muy, pero que muy bien dado a Jean Dujardin, aunque sea un francés sin guiñol. Porque Los Descendientes es una peli que te hace llorar, y no porque sea un drama, sino por lo mal que lo hace un tipo, al que el papel le viene muy grande. De hecho, hasta la joven que hace su hija mayor le deja a Clooney a la altura del betún en cada duelo interpretativo. En fin, que ahora parece políticamente incorrecto decir que un galán hace un mal papel. Pero este año ha pasado con Clooney, y ha pasado con Coronado, aunque el español es lo mejor de su No habrá paz, para mí la peor película que he visto en mucho tiempo.
Y hablando de películas, Los Descendientes se queda un poco mejor por poco. Es lenta, previsible, para nada bien hecha; a veces no sabes si estás en un dramón de Antena 3 o en una comedia tipo American Pie, y como no es ni una cosa ni otra, es mala en los dos sentidos. Me decía un amigo que si la peli fuera filipina, seguro que la admiraría. Pero no es eso, lo que pasa es que es una película mala, independientemente de nacionalidades o galanes.