miércoles, 31 de julio de 2013

Pregón de Azucaica

Buenas noches.
Autoridades, azucaiqueñas y azucaiqueños, invitados, Asociación de Vecinos La Candelaria, bienvenidos a las tigésimosextas fiestas del barrio de Azucaica.
La primeva vez que vine a Azucaica fue a unas fiestas. Hará unos quince años. Fue domingo, como hoy, y hacía un calor inaguantable, como hoy. Era entonces alcalde José Manuel Molina, que estaba muy emparentado con el barrio, y estaba echando una mano en la preparación de la paella. Y encima a mediodía, lo dicho, mucho calor. Suerte que después llegó la fiesta de la espuma, y los que no estabais de servicio, pudisteis refrescaros. Recuerdo que quedó un bonito reportaje.
Entonces trabajaba yo en una televisión local, Canal 4, que luego se transformó en Localia. Ya había invitado en varias ocasiones al magazine al presidente de la Asociación de Vecinos. A un toledano como yo entonces, con poco más de veinte años, hablarle de Azucaica era como hablarle de Bollullos del Condado. No sabía ni dónde estaba Azucaica, y ni siquiera si era un barrio o un pueblo. Los que no hayáis nacido aquí y hayáis ido incorporándoos al barrio sabréis de qué os hablo. Así que cuando Andrés García Borja nos hablaba de los problemas para acceder al cementerio, la falta de parques o la falta de un colegio, no os creáis que le entendíamos muy bien. Andrés nos contaba los problemas con el arroyo, que ha traído cola, de la falta de instalaciones deportivas, y creo incluso que ya de las carencias de la piscina. Hace media vida de aquello.
Entonces ocurrió algo que acercó más Azucaica al resto de la ciudad, y a mí, desde luego. Llegó la EMV, la Empresa Municipal de la Vivienda. La relación de amor odio entre la EMV y Azucaica da casi para escribir un libro, y desde luego que yo he llenado páginas y páginas de periódicos. De hecho, hace cuatro o cinco meses, todavía acudieron a la Junta de Distrito vecinos de la primera promoción quejándose de la falta de iluminación pública en su calle. Y han pasado unos cuantos años. El caso es que creo que todos los jóvenes de mi generación echamos una instancia para ver si nos tocaba en sorteo poder comprarnos una casa en Azucaica. Era antes del boom urbanístico, cuando a penas se construían viviendas en la ciudad, y muchos tenían que salir a los pueblos de alrededor. Y el precio de las casas de la EMV era más que apetecible. Además, entonces las ayudas a la vivienda eran muy jugosas. Bueno, pues yo no tuve suerte en el sorteo, pero sí un amigo mío, y a través suyo empecé a acercarme más al barrio, y a comenzar a comprender de primera mano las quejas de Andrés. Las viviendas de la EMV fueron las primeras. Luego hubo más promociones públicas y privadas, y poco a poco fueron viniendo a vivir a Azucaica más amigos que, como yo, apenas conocían el barrio.
Fueron los tiempos en los que comenzó la construcción de la autopista de peaje, y se canalizó el arroyo. Todavía recuerdo la mañana en la que Andrés me llamó al periódico muy preocupado porque no habían dejado suficiente espacio bajo la autopista para que pasara el agua. Se temía desbordamientos, y al final consiguió que se ampliara el ancho de las tuberías. Eran años en los que comenzó a crecer mucho el barrio. El Ayuntamiento sacaba mucho dinero en obras de Azucaica, y sus vecinos no veían que revertiera igual en sus calles. Entre eso, y que intentaron mover la parada de autobuses de Zocodover a la estación, surgieron voces muy críticas. Hubo quienes plantearon incluso independizarse de Toledo. Y eso que todavía no habían llegado la discusión por el cupo, ni sabíamos que el barrio no iba a tener salida a la autopista.
Azucaica ha ido creciendo y ha seguido evolucionando. Pero yo desde la distancia casi miro con envidia a un barrio que tiene lo bueno de una gran ciudad y lo bueno de un pequeño pueblo; un barrio comunicado y muy tranquilo, tan tranquilo que los niños pueden estar solos por la calle sin peligro, y en el que casi todo el mundo se conoce de vista, si no de nombre.
Creo que en estos años, Toledo, como yo, se ha ido acercando poco a poco a Azucaica. Ya todos conocemos los problemas con el dichoso IBI. Y sabemos, porque lo hemos visto si no por la tele, sí por fotografías, que a veces el alcantarillado de Azucaica se rebela y le da por escupir agua y fango. Sabemos que en Azucaica hay problemas, que el centro cívico está abandonado, que se han parado las obras de centro de salud, que no hay zonas deportivas o que todavía hay calles sin asfaltar. La buena noticia de los últimos tiempos ha sido la renovación de las luces, y que ha sobrado dinero incluso para iluminar algún parque.
Pero en Azucaica hay tantos problemas, que cada vez que le dan la palabra a Andrés en la Junta de Distrito, le dicen siempre aquello de "con brevedad", por favor. Al fin y al cabo, sólo hay nueve reuniones al año en las que expresar todos estos problemas del barrio, y yo creo que, si os dejaran a cada uno de vosotros, podríais estar horas explicando sus carencias. Quizás un pregón como este no sea el lugar más indicado para pediros que participéis en las juntas de distrito y echéis una mano a la Asociación de Vecinos, pero creo que me voy a saltar el protocolo para deciros que es importante que estéis ahí, que se vea que las quejas de La Candelaria no son sólo de la Asociación. Porque si no estáis, Andrés, siempre comedido y prudente, tiene que resignarse y resumir en lo que puede.
Es de la Junta de Distrito de donde yo al menos saco la mayoría de noticias de Azucaica, aunque tengo que reconocer que alguna conocida a veces me pone sobre la pista de algo que se ha enterado. También le pregunto a veces a Ana Calvo, la bibliotecaria, que hoy no ha podido venir porque está trabajando nada menos que en el instituto Cervantes de Chicago. Seguro que no sabéis que a Ana le encanta la radio, y que tuvimos un programa juntos en Onda Polígono. Se llamaba No me estreses y... bueno, la verdad es que quizas Ana se haya ido a Chicago huyendo de cosas como esa. No en serio, Ana no para quieta, y me ha dado tanbién varias noticias con las actividades de la biblioteca.
Decía que es en la Junta de Distrito donde saco la mayor parte de noticias. Luego llamo a Andrés, me las amplía, y aviso a los fotógrafos para que hagan alguna foto. Y ahí de nuevo tengo que agradecer a Andrés que esté casi de taxista con ellos. Lo divertido del caso es cuando al día siguiente vemos a los compañeros de Castilla-La Mancha Televisión preguntando al político de turno por Azucaica con el recorte del periódico en la mano.
De todas formas, os voy a confesar que a veces lo que se convierte en noticia nos pilla desprevenidos a los propios periodistas. Recuerdo el tiempo que estuvo suelto el galgo por Azucaica. Fueron meses y más de uno se llevó un buen susto cuando fue a tirar la basura por la noche. Un aviso como el que dabais entonces sería ahora casi una alarma pública.
En Azucaica, más allá de IBIS, robos en fincas, faltas de inversiones y problemas en el colegio, hay otras noticias muy curiosas. Creo que casi nadie se ha enterado, pero hace poco más de un mes se desarrolló en el barrio el primer encuentro de singles de Castilla-La Mancha.
Y desde luego la noticia más entrañable de los últimos meses, yo diría en todo Toledo, fue el nacimiento de los gemelos de Pablo y Noemí. Quisieron salir ellos solitos con la única ayuda de sus padres, y nada menos que en su coche. Seguro que son los primeros niños nacidos en el barrio desde hace mucho tiempo.
¿Qué noticias deparará Azucaica para el futuro? Yo voy a decir algunas que me gustaría escribir: la de la creación del puente con el Polígono, el fin de los problemas con el IBI, la puesta en marcha del nuevo centro de salud o la apertura de la rotonda de la TO-22. Desde aquí os insto a luchar por ellas. Y a unas malas, si no lo vais consiguiendo, yo os recomendaría que empezarais a amenazar con el derecho a decidir. Ya sabéis a qué me refiero.
Pero seguro que las noticias que vamos a contar en los medios durante los próximos meses son pequeños pasos para Azucaica, que quizás no sean tan llamativos para el resto de la ciudad, pero que sin duda ayudarán a mejorar la vida en el barrio. A ver si se limpia y se pone en funcionamiento la fuente de la plaza, por ejemplo. Antes decía que un pequeño barrio como este tiene lo bueno de un pueblo y de una ciudad. Porque cuando hace falta, son los vecinos los que riegan el parque, o incluso los que piden los árboles a la Diputación y los siembran. Son cosas que, aunque no lo creáis, también darían para un amplio reportaje. A mí al menos me llaman más estos aspectos humanos que muchos dimes y diretes políticos.
Desde luego, la noticia que espero que esté presente en los medios de comunicación toledanos esta semana es la celebración de las fiestas de Azucaica. Que todo se desarrolle con normalidad y que la diversión sea la nota dominante será una buena noticia. A disfrutar de las fiestas. Buenas noches.